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Diego González
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Capítulo 123
El invitado en la edición N°123 de nuestra sección es Diego González, quien con dos álbumes publicados (“Uno” de 2017 y “Días de fuego y fantasmas” de 2021) y un tercero en camino – que llevará por título “La canción pide, la canción tiene” – se ha ubicado entre los principales cantautores uruguayos surgidos en los últimos años.
El próximo sábado 30 de setiembre, a las 21 hs. en el Auditorio Vaz Ferreira (Av. 18 de Julio 1790), presentará su espectáculo “La canción que viene”, donde, además de repasar temas de sus anteriores trabajos y sus recientes singles “Ezpecial” y “Milagros”, adelantará “Montevideo”, canción que verá la luz en plataformas digitales el día 6 de octubre. Además, la noche contará con la apertura a cargo de Rodra, otra destacada y joven cantautora.
A propósito de todo esto, fue que convocamos a Diego y nos dejó sus palabras sobre el solista uruguayo más importante del siglo a nivel internacional, Jorge Drexler.
“A Jorge Drexler lo conocí una tarde del 2000, creo que era verano, escuchando la radio desde mi cama, cama alta que daba justo al estante más alto de una biblioteca que tenía un mini componente con casetero. Estaban pasando canciones uruguayas y de la nada sonó ‘Frontera’, ahí mismo apreté el botón de Play y el botón de Rec (los que se criaron en los 80/90 me entenderán) y grabé un pedacito de esa canción. Desde ese momento empecé a seguir todas sus canciones…
Creo que me hice fan cuando lo fui a ver a la Zitarrosa, presentando “Sea” y siempre fue un viaje mezclado entre admiración y querer llegar a ese lugar de cantautor hecho, de tocar solo con una guitarra y llegar al silencio más profundo o de estar con tremenda banda y acaparar todo un SODRE…
Admiro su solvencia a la hora de escribir canciones e interpretarlas; también su crecimiento, su no miedo a innovar, a cambiar de un disco a otro, orquestar canciones para cambiarlas completamente; saber desarmarse y armarse de nuevo… “
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Fernando Santullo
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Capítulo 122
Nuestro invitado en la edición N°122 no necesita demasiada presentación, aunque sí, es relevante destacar que su presencia en la escena uruguaya se acerca a las tres décadas, sea integrando distintas bandas y proyectos o colaborando con otros artistas desde su faceta compositiva. Hablamos de Fernando Santullo, quien retornará a los escenarios con su proyecto/banda Santullo tras un año alejado de los mismos.
La fecha marcada es el próximo viernes 24 de agosto a las 22 hs. y el lugar Inmigrantes, espacio que, además, se encuentra celabrando sus 6 años de vida. Allí, Santullo promete recorrer material de sus dos discos de estudio (“Bajofondo presenta Santullo” y “El mar sin miedo”), así como canciones inéditas, temas de Peyote Asesino y Kato. Todo esto en un formato que incluye percusión digital y secuencias, lo que -en palabras del artista- “logra que las canciones tengan otra dinámica, una más controlada, menos rockera, que nos permite explorar las zonas más hip hop y electrónica del proyecto”.
Tomando como excusa esta celebratoria presentación – que tendrá a Morón y Los Intensos encargados de la apertura – fue que convocamos a Fernando a participar de nuestra sección y nos habló sobre Rush, banda canadiense surgida a fines de los ’60, referentes del denominado rock progresivo.“Descubrí Rush allá por 2do. de liceo, en 1981. No estoy de todo seguro con qué canción fue, pero es muy probable que con ‘Tom Sawyer’, que de manera insólita sonaba bastante en las radios de rock de México. Tampoco recuerdo si la canción la descubrí en la radio o si algún amigo me la mostró en el disco ‘Moving Pictures’. Recuerdo sí, que me impresionó un montón el aire medio ciencia ficción que tenía todo, música y letra. Y cómo interactuaban los instrumentos a lo largo de la canción, lo distinto que sonaba a todo lo que sonaba entonces.
Creo que me hice fan cuando sacaron su siguiente disco, ‘Signals’, en el 82. Era un disco lleno de canciones increíbles que, si bien tenían todas las características del grupo, se metían en terrenos nuevos. Ahora, si lo pienso un poco mejor, diría que fue un proceso de acumulación de años con lo que se convirtieron en mi banda favorita. Empecé a recorrer su discografía para adelante y atrás y ahí me terminaron de convencer por completo. Eso no quiere decir que me encanten todos sus discos pero sí que me encanta que se haya animado a hacer todos esos discos.
Admiro su ética artística insobornable, su búsqueda interior que mira lo que ocurre afuera pero jamás traiciona la música que se propone hacer. Cómo logran hacer todo eso creando una música única, que no se parece a nada. Y cómo alcanzaron un nivel de perfección absoluto desarrollando un vocabulario hasta el punto de ser una liga en si mismos, en donde no compiten con nadie porque nadie más hace esa música.”
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